sábado, 7 de febrero de 2015

Fallece el mejor ilusionista del mundo de naipes.

Muere el mejor ilusionista del mundo de naipes a sus 86 años René Lavand (Héctor René Lavandera) (24/9/1928 – 7/2/2015), nacido en Buenos Aires, Argentina, adquirió fama mundial especializandose en cartomagia. con solo 7 años de edad, su tía Juana lo llevó a un espectáculo, quedó asombrado con la presentación de un mago llamado "Chang". Un amigo de la familia le enseñó un juego de cartas. Al tiempo, la zapatería del padre se fundió y la familia se mudó a Coronel Suárez.
A sus nueve años de edad, durante los carnavales, cruzando una calle cerca de su casa con sus amigos, un joven de diecisiete años en el auto de su padre lo atropelló aplástandole su brazo derecho (siendo que él era diestro). Se salvó parte del brazo, quedando un muñón de once centímetros a partir del codo.
Lavand realiza sus ilusiones con la única ayuda de su mano izquierda. Lejos de dejarse derrotar por la circunstancia de su accidente, Lavand practicó la cartomagia obsesivamente desde su infancia hasta alcanzar un completo dominio de la baraja. Para ello debió seguir un camino autodidacta porque "todos los libros y técnicas son para magos de dos manos".
Trabajó como bancario hasta los treinta y dos años, en 1961, a través de los shows de TV estadounidense de Ed Sullivan y Johnny Carson, deslumbró a millones de televidentes. A partir de 1962, comenzó a trabajar en Nueva York y paralelamente actuó en teatros y programas mexicanos. Paulatinamente, continuó conquistando todo el continente americano, hasta que en 1983 llegó a Europa, tras ser descubierto por maestros españoles Tamariz Martel, Arturo de Ascanio y Navaz, quienes le abrieron las puertas para los públicos europeos y asiáticos,onde realiza espectáculos privados y conferencias para sus colegas. Además de las giras mundiales, también ha realizado seminarios, academias para especializados, conferencias. Publicó cinco libros de técnicas para especialistas en varios idiomas y un libro de anécdotas.

"El gran simulador" fue una película documental que realizó Néstor Frenkel sobre la vida de René. En una entrevista, contó una "leyenda" sobre un encuentro entre Lavand y Copperfield, quien reservó toda la primera fila y fue al camarín a darle su reconocimiento. Cuando les propusieron entrevistarlos juntos, René contestó: "Este señor hace algo con lo que yo no tengo nada que ver; viaja con tres toneladas de equipaje, y yo viajo con un mazo en el bolsillo".

Su juego más famoso es la versión que realiza de un clásico de la cartomagia llamado "Agua y aceite"; en él utiliza una de las frases que definen su arte: "no se puede hacer más lento". Fue él quien acuño la palabra "lentidigitación" que, en contraposición a la prestigiditación, define a la ilusión ejecutada lentamente a fin de llevar la imposibilidad a su máxima expresión. Otra de sus frases recurrentes en sus presentaciones en televisión, al enfrentar algún plano medio de cámara es "La cámara implacable no me deja mentir...".


Otros conceptos clave de su arte son "añadirle belleza al asombro", y la búsqueda de "la belleza de lo simple". Lo primero lo consigue a través de los cuentos, poesías y música que utiliza en sus presentaciones. Y lo segundo, llevando sus movimientos, gestos y palabras a lo esencial, logrando así un mayor asombro y disfrute por parte de los espectadores, manejando las pausas en su tiempo exacto.

Tiene algunos "discípulos", como prefiere llamarlos, que lo visitan en su casa para aprender su arte de cerca; para ello acondicionó un vagón de tren que utiliza como salón de magia. También ha grabado videos, y publicado varios libros técnicos en varios idiomas. Para el público en general escribió sus memorias: "Barajando Recuerdos". En ellas cuenta anécdotas de una vida dedicada a recorrer el mundo llevando su arte único, junto a la transcripción de algunas de las historias que cuenta en sus juegos.
En Italia recibió la Grulla de Oro, galardón que ya fue otorgado a Fellini, Visconti y Mastroianni. Recibió premios en Estados Unidos y en Alemania.









Frase de René Lavand:
""El público perdona al error, lo que no perdona es el aburrimiento"