Esta es una historia de la que habla, como en algunos comercios, la forma de atender de muchos vendedores, depende de la apariencia de sus clientes. Como influyen los sesgos y prejuicios.
Hace algunos años atrás, mi hermana me había pedido que la acompañara a comprarse un auto 0km, así que comenzamos esa búsqueda de modelos de autos e íbamos a varias concesionarias de ventas de auto que se encuentran sobre la autopista en Pilar. El recorrido lo hacíamos en una pequeña moto de 110cc 🛵 , pero el problema era que cada vez que los vendedores de las concesionarias nos veían llegar en esta pequeña moto, no nos querían atender, o se refugiaban en una interminable llamada de teléfono, o desaparecían por algún laberinto de vidrios al fondo del local, o quizás te decían alguna frase no muy elaborada de no mas de 5 palabras, y se iban para nunca mas volver. Pero entre tantas recorridas entre concesionarios en la autopista, logramos encontrar un lugar, donde al vendedor (llamemos a este vendedor “X” Javier) que se lo veía con mucha energía, atento, simpático y con todo el tiempo del mundo para atender y asesorar. Javier nos invito un café ☕ a ambos y en estas charlas en una mesa rodonda, donde le comentábamos de la mala atención y poca paciencia, de muchas agencias, él accedió a contarnos una historia parecida y referente al mismo tema.
Según su experiencia personal en su historia, una vez entraron a esta concesionaria dos personas de nacionalidad boliviana, para ver vehículos modelos Kangoo para comprar, en su forma de vestir muy particular, tenia aspecto de abandono y no muy limpios, vestían ojotas 🩴 y el resto de su atuendo no era muy presentable, ya que la ropa se la veía desmerecida y estirada del correr del tiempo. De modo que ningún vendedor de la concesionaria quería atenderlos, se esfumaban con la famosa frase “enseguida estoy con ustedes”. Según el relato de Javier, él accedió a atenderlos como a cualquier cliente. Estos clientes miraban y probaban cada Renault Kangoo que veían, abrían y cerraban las puertas, miraban 👀 detalles de los asientos, del motor y de cada rincón del auto. En el correr de la semana fueron y vinieron varias veces. En un principio había ya expresado la intención de comprar solo una unidad, y también habían dicho que no contaban con cuenta bancaria para hacer transferencias, así que volvamos a imaginar esta situación, ¿que posibilidad de comprar auto 0km podrían tener dos clientes mal vestidos, con hedor, con una cuasi-apariencia de indigencia y sin cuenta bancaria?, bue…
Resumiendo la historia, estas dos personas, en la semana aparecieron con otras tres mas y terminaron comprando cinco unidades 🚙🚙🚙🚙🚙 totalmente al contado (cash, dinero en efectivo), que claramente, se vieron obligados a llevar esos bolsos con tanto dinero💰 a un banco, para depositarlo en la cuenta de la concesionaria.
Por consecuencia Javier se quedó feliz de la vida con sus comisiones, como todo vendedor trabajador, y los otros vendedores, quizás, con un pequeño dolor de estomago. Javier, me expreso en un momento, que este historia y otra mas parecida (que ahora no contaré para no hacer mas largo este texto), le sirvieron para aprender, que hay que atender y asesorar a todos los clientes por igual, porque no sabemos que hay detrás de cada uno de ellos.
Es evidente que este tipo de historias nos deja una moraleja y varias enseñanzas, pero creo también que es bueno resaltar, que este tipo de actitudes y prejuicios de atender a los clientes según su apariencia, se da en muchos negocios de venta de articulo caros y/o de lujo, y en especial en varias agencias de ventas de autos 0km.
Aclaración: Los clientes compradores de las unidades, eran dueños de una cadena de fruterías.
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